lunes, 7 de mayo de 2007

Migajas/Rosalía Castro

Hansel era bastante inteligente y como no era la primera vez que lo abandonaban en el bosque, ya tenía una colección de estratagemas para volver a casa. Las cosas se complicaron cuando se encontró con varias pricesas y niñas caminantes: que Caperucita, que Blanca Nieves, que Aurora; todas hermosas, pero todas perdidas. Caperucita perdió la cabeza por un lobo que se la había comido. A Blanca Nieves le tocaba repartir sus quehaceres entre siete enanos y Aurora se dormia en todas partes. Hansel perdidamente enamorado de las tres, decidió contentarse con la migajas de su amor y volver a casa.

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